PRIMER ENCUENTRO INTERNACIONAL
DE HERMANOS RELIGIOSOS.
Se está desarrollando en Roma una interesante experiencia entre Hermanos de distintas congregaciones (8 congregaciones). Participan 4 Hermanos de la Sagrada Familia: , Edgardo Campos, Fernando León, José Luis Garrido y Ernani. Al terminar el Encuentro todo los Hermanos han dirigido esta CARTA ABIERTA:
A TODOS NUESTROS HERMANOS, ASOCIADOS Y COLABORADORES, A TODAS LAS PERSONAS QUE TRABAJAN POR UN MUNDO MÁS JUSTO Y FRATERNO
Religiosos Hermanos pertenecientes a ocho familias religiosas dedicadas a la misión educativa en el mundo de la infancia y la juventud nos hemos dado cita en Roma durante un mes. Un mosaico de Hermanos procedentes de los cinco Continentes, con sus propias historias personales, portadores de ricas tradiciones culturales e institucionales. Hermanos reunidos alrededor de la mesa de la Eucaristía, con espíritu de fraternidad y servicio, como hijos de un mismo Padre que nos ha congregado de entre las naciones de la tierra para ser portadores de luz y esperanza.
Los objetivos propuestos para este encuentro eran ambiciosos: actualizar la identidad y misión del Hermano educador en la Iglesia y el mundo de hoy; mejorar el conocimiento mutuo entre miembros de las diferentes Congregaciones de Hermanos; poder vivir una experiencia intercongregacional permitiendo a los participantes reflexionar, orar y vivir juntos en este momento importante de nuestra historia; compartir una experiencia de formación conjunta que pudiera suscitar posteriores encuentros e intercambios; animar a los Hermanos de nuestros Institutos Religiosos a encontrarse para continuar con esta misma reflexión a nivel de las Comunidades Locales, los Distritos y Provincias Religiosas; elaborar documentos que ayudasen a la oración y la reflexión en esta misma dirección.
En este encuentro hemos roto fronteras que nos separan, compartiendo con los demás nuestra riqueza con sencillez, redescubriendo el tesoro común de la fraternidad, que reconoce la unidad en la diversidad. Una fraternidad que viene de lejos y que nos invita a vivir juntos, interrogándonos por el sentido y la actualidad de la identidad y misión del Hermano, siempre sostenida por una nueva espiritualidad emergente en este cambio de época. Ese es el don que deseamos compartir con la Iglesia y el mundo de hoy. Nuestro gran desafío estará en continuar siendo memoria incómoda y profética de Jesús, recordando a la Iglesia cuál es su auténtica vocación y misión, desde la horizontalidad propia de nuestra condición laical que nos sitúa, codo con codo, como compañeros de camino, en el pueblo de Dios.
Hemos compartido los sueños para nuestros Institutos Religiosos. Hermanos que escuchan el clamor de los pobres y dan respuesta a las situaciones concretas, adaptándose a los signos de los tiempos, siendo portadores de la Buena Nueva de Jesús de Nazaret para todos. Comunidades que sean espacios de libertad, de encuentro, de espiritualidad profunda, de misión compartida, de celebración y de fiesta, reconociendo los nuevos rostros de Dios en la Iglesia y en el mundo, entre personas creyentes y no creyentes.
Durante estos días pasados en Roma nos hemos sentido acompañados por muchos Hermanos de nuestras Congregaciones que han seguido, desde todos los lugares del mundo, el desarrollo de nuestra sesión. Ellos han sostenido nuestro trabajo con su oración y cariño. ¡Muchas gracias por vuestro interés y por los signos de fraternidad mostrados para con nosotros!
Desde aquí os invitamos a todos a soñar, a descubrir el tesoro de la fraternidad y a vivirlo, compartiéndolo con otras personas. Ahora el desafío es ayudar a otros a vivir lo que nosotros hemos experimentado aquí como un tiempo de gracia; es decir, que una nueva y auténtica fraternidad es posible.
También queremos agradecer a los Hermanos Superiores Generales de nuestros Institutos Religiosos, a los Consejos Generales y a los miembros del Equipo Coordinador, el que hayan tenido la hermosa idea de convocar y acompañar esta iniciativa que nos ha brindado la ocasión de vivir unos días de profunda fraternidad y de reconocimiento mutuo como Hermanos, «porque vosotros todos sois hermanos y uno solo es vuestro Maestro» (Mt 23, 8).
Finalmente, ponemos el don recibido y la misión encomendada en las manos del Dios Padre que envió a su Hijo como signo inequívoco de fraternidad, con la fuerza del Espíritu. Junto a María, modelo de escucha y acogida, queremos estar atentos a las nuevas llamadas que el mundo nos hace. En línea con nuestros fundadores, queremos ser fieles a la vocación recibida y a la misión a la que hemos sido llamados.
FIRMADO, participantes en el Encuentro “TODOS HERMANOS”
de los Institutos Religiosos de:
+ Hermanos Cristianos de Edmund Rice
Religiosos Hermanos pertenecientes a ocho familias religiosas dedicadas a la misión educativa en el mundo de la infancia y la juventud nos hemos dado cita en Roma durante un mes. Un mosaico de Hermanos procedentes de los cinco Continentes, con sus propias historias personales, portadores de ricas tradiciones culturales e institucionales. Hermanos reunidos alrededor de la mesa de la Eucaristía, con espíritu de fraternidad y servicio, como hijos de un mismo Padre que nos ha congregado de entre las naciones de la tierra para ser portadores de luz y esperanza.
Los objetivos propuestos para este encuentro eran ambiciosos: actualizar la identidad y misión del Hermano educador en la Iglesia y el mundo de hoy; mejorar el conocimiento mutuo entre miembros de las diferentes Congregaciones de Hermanos; poder vivir una experiencia intercongregacional permitiendo a los participantes reflexionar, orar y vivir juntos en este momento importante de nuestra historia; compartir una experiencia de formación conjunta que pudiera suscitar posteriores encuentros e intercambios; animar a los Hermanos de nuestros Institutos Religiosos a encontrarse para continuar con esta misma reflexión a nivel de las Comunidades Locales, los Distritos y Provincias Religiosas; elaborar documentos que ayudasen a la oración y la reflexión en esta misma dirección.
En este encuentro hemos roto fronteras que nos separan, compartiendo con los demás nuestra riqueza con sencillez, redescubriendo el tesoro común de la fraternidad, que reconoce la unidad en la diversidad. Una fraternidad que viene de lejos y que nos invita a vivir juntos, interrogándonos por el sentido y la actualidad de la identidad y misión del Hermano, siempre sostenida por una nueva espiritualidad emergente en este cambio de época. Ese es el don que deseamos compartir con la Iglesia y el mundo de hoy. Nuestro gran desafío estará en continuar siendo memoria incómoda y profética de Jesús, recordando a la Iglesia cuál es su auténtica vocación y misión, desde la horizontalidad propia de nuestra condición laical que nos sitúa, codo con codo, como compañeros de camino, en el pueblo de Dios.
Hemos compartido los sueños para nuestros Institutos Religiosos. Hermanos que escuchan el clamor de los pobres y dan respuesta a las situaciones concretas, adaptándose a los signos de los tiempos, siendo portadores de la Buena Nueva de Jesús de Nazaret para todos. Comunidades que sean espacios de libertad, de encuentro, de espiritualidad profunda, de misión compartida, de celebración y de fiesta, reconociendo los nuevos rostros de Dios en la Iglesia y en el mundo, entre personas creyentes y no creyentes.
Durante estos días pasados en Roma nos hemos sentido acompañados por muchos Hermanos de nuestras Congregaciones que han seguido, desde todos los lugares del mundo, el desarrollo de nuestra sesión. Ellos han sostenido nuestro trabajo con su oración y cariño. ¡Muchas gracias por vuestro interés y por los signos de fraternidad mostrados para con nosotros!
Desde aquí os invitamos a todos a soñar, a descubrir el tesoro de la fraternidad y a vivirlo, compartiéndolo con otras personas. Ahora el desafío es ayudar a otros a vivir lo que nosotros hemos experimentado aquí como un tiempo de gracia; es decir, que una nueva y auténtica fraternidad es posible.
También queremos agradecer a los Hermanos Superiores Generales de nuestros Institutos Religiosos, a los Consejos Generales y a los miembros del Equipo Coordinador, el que hayan tenido la hermosa idea de convocar y acompañar esta iniciativa que nos ha brindado la ocasión de vivir unos días de profunda fraternidad y de reconocimiento mutuo como Hermanos, «porque vosotros todos sois hermanos y uno solo es vuestro Maestro» (Mt 23, 8).
Finalmente, ponemos el don recibido y la misión encomendada en las manos del Dios Padre que envió a su Hijo como signo inequívoco de fraternidad, con la fuerza del Espíritu. Junto a María, modelo de escucha y acogida, queremos estar atentos a las nuevas llamadas que el mundo nos hace. En línea con nuestros fundadores, queremos ser fieles a la vocación recibida y a la misión a la que hemos sido llamados.
FIRMADO, participantes en el Encuentro “TODOS HERMANOS”
de los Institutos Religiosos de:
+ Hermanos Cristianos de Edmund Rice
+ Hermanos de las Escuelas Cristianas
+ Hermanos de la Instrucción Cristiana
+ Hermanos de la Instrucción Cristiana
+ Hermanos Maristas de la Enseñanza
+ Hermanos de Ntra. Sra. de la Misericordia
+ Hermanos de Ntra. Sra. de la Misericordia
+ Hermanos del Sagrado Corazón
+ Hermanos de la Sagrada Familia
+ Hermanos de la Sagrada Familia
+ Hermanos de San Gabriel.
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